viernes, 24 de junio de 2016

Hoy no hay lugar a referirse sobre la legalidad operacional, lo histórico sucedido con las Farc, generó en algunos ciudadanos manifestaciones que de alguna manera se presentan histéricas, exageradas y deja cierta preocupación, es este escribiente; lo anterior por cuanto a que se reflejó un completo desconocimiento en relación a la situación del conflicto esta deducción se acoge de las imágenes en las cuales entre lágrimas los ciudadanos manifestaban se había acabado el conflicto.


Frente a esta preocupante situación lo preciso es aclarar que el conflicto no ha finalizado, que el marco del derecho internacional humanitario sigue aún más vigente para el amparo jurídico de las operaciones militares y que lo firmado se refiere simplemente se restringe a cese de fuego bilateral, zonas de ubicación, cronograma de desarme y garantías de seguridad.


Como es que el pueblo Colombiano olvida con tanta facilidad los hechos atroces, como es que en condiciones especiales en las que se cede al límite de la elasticidad se realiza un acuerdo y el pueblo parece tener una venda; la población debe prepararse para ser soporte de una completa reestructuración social, económica y política.



El nuevo camino que espera reviste condiciones de cambio y aceptación desde todos los aspectos, lo reflejado con gritos, pancartas y arengas el día 23 de Junio de 2016, evidencia una reacción mediática y poco reflexiva del pueblo Colombiano; por otro lado viene el planteamiento interno la reacomodación del Ministerio de Defensa y su Fuerza Pública; quedando las Fuerzas Militares con un reto, para el cual será fundamental la observancia del derecho operacional, siendo necesario para orientar y soportar las condiciones especialísimas en las que se verán inmersas las fuerzas militares. ARDENAS 

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