martes, 14 de junio de 2016


APORTE DE LA MUJER EN LA CONSTRUCCION DE PAZ

Colombia ha sufrido por más de medio siglo los efectos de un conflicto armado, manifestado a través de un tipo de violencia cuya intensidad ha sido variable, y que se ha caracterizado principalmente por sus diversas modalidades, dimensiones, rostros, formas de infundir el terror, maneras de expresar los ideales, de presionar al Estado y de imponer la autoridad en las regiones del país. Las transformaciones ideológicas y políticas de las agrupaciones guerrilleras, la diversidad de los actores y sectores políticos, económicos y sociales que hacen parte del conflicto, además de las estrategias y formas de conducir la guerra, han contribuido al desarrollo de las diferentes facetas de la violencia, representadas a través de innumerables perpetraciones que han generado graves consecuencias para la estabilidad y la seguridad de la población colombiana.
Las distintas manifestaciones de la guerra en Colombia, en las que se incluye el secuestro, el desplazamiento forzado, las extorsiones, la desaparición forzada, las mimas anti-persona, las amenazas, el reclutamiento ilícito y el abuso sexual, entre otras, representan un desafío para la acción sostenida de las entidades gubernamentales y de las organizaciones de derechos humanos a nivel mundial, que deben entender la complejidad y el carácter multidimensional del conflicto en el país, rastrear sus orígenes y analizar su desarrollo progresivo, con el fin de diseñar acciones y proyectos efectivos que reparen de manera integral a las víctimas y que ayuden a reducir los efectos de la violencia sobre la población en el campo y en las ciudades.
Ante el escalamiento y la complejidad del conflicto armado se han establecido en el país diversos procesos de desarme y reintegración social, que han derivado en la desmovilización colectiva, resultado de negociaciones oficiales con grupos guerrilleros; y en la desmovilización individual, en donde miles de hombres, mujeres y niños han abandonado el camino de las armas y han regresado de forma voluntaria a la vida civil, retomando el curso natural de sus vidas.
A pesar de que son varios los estudios e investigaciones que indagan por el tema de la desmovilización y la reinserción social en Colombia, el papel y el rol que desempeña la mujer ha sido analizado principalmente desde enfoques que las ubican  como víctimas pasivas de la guerra, y no como agentes activos del conflicto, esto es, como actores que participan directamente en la confrontación armada y que son parte esencial de las dinámicas y modalidades que se han generado en medio de la larga confrontación que sacude al país.
Teniendo en cuenta lo anterior, es importante analizar la situación de las mujeres excombatientes en Colombia, con el fin de reconocer qué las llevó a asumir la vía armada, que ha significado para ellas pertenecer a un grupo guerrillero, qué tanto sienten que los objetivos que perseguían al enlistarse en dichos grupos se ha cumplido, cómo han vivido sus vidas luego de la desmovilización y cómo leen esa experiencia al analizar la guerra y el conflicto desde un perspectiva totalmente distinta. Además, es relevante reconocer cuál es el rol político que han tenido o que tienen en la actualidad las mujeres excombatientes, cuál ha sido su rol en los procesos de diálogo o de negociaciones de paz y si están inmersas en proyectos de tipo social orientados a revertir las situaciones negativas generadas por el conflicto armado.

Escrito por: Atlántico

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